El 26 de julio la Iglesia celebra la memoria de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, celebrándose por esto el Día del los abuelos.

Adultos Mayores de Arquidiócesis de Buenos Aires y el Secretariado de la Familia de la Arquidiócesis de Rosario compartieron este material que en comunión hacemos nuestro y lo multiplicamos

Ante la fecha se propone que se vaya imponiendo la costumbre de celebrar y homenajear en ese día a los abuelos y abuelas.
La iniciativa tiene como objetivo “reconocer el valor de la presencia de los abuelos en las familias”

En ese sentido se sugiere promover la celebración del Día de los Abuelos en las familias, parroquias, escuelas e instituciones.

Benedicto XVI, en el marco de la XVIII Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Familia que tuvo lugar en 2008 para tratar el tema: “Los abuelos: su testimonio y presencia en la familia” agradeció por haber aceptado su propuesta de Valencia donde dijo; “Ojalá que bajo ningún concepto sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe”

Tras poner de relieve que la Iglesia siempre reconoció “la gran riqueza de los abuelos desde el punto de vista humano y social, religioso y espiritual”, recordó que “en el pasado, los abuelos tenían un papel importante en la vida y en el crecimiento de la familia. Incluso cuando la edad avanzaba, seguían estando presentes con sus hijos, con los nietos y quizá con los bisnietos, dando un testimonio vivo de atención, de sacrificio y de entrega cotidiana sin reservas”.

Afirmó que “los profundos cambios en la vida de las familias debido a la evolución económica y social, algunos ancianos se dan cuenta de que son un peso para la familia y prefieren vivir solos o en asilos, con todas las consecuencias que conllevan estas decisiones”.

También pidió que “los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad, que continúen siendo testigos de unidad, de valores fundados en la fidelidad a un único amor que genera la fe y la alegría de vivir. Los llamados nuevos modelos de familia y el relativismo reinante – añadió – han debilitado estos valores fundamentales del núcleo familiar”.

“Para afrontar la crisis de la familia, ¿no se podría partir precisamente de la presencia y del testimonio de aquellos – los abuelos – que cuentan con una mayor firmeza de valores y de proyectos? No se puede proyectar el futuro sin retornar a un pasado rico de experiencias significativas y de puntos de referencia espiritual y moral”.

Estos conceptos fundamentan la necesidad de dar un lugar preferencial a la figura de los abuelos en la Pastoral del Adulto Mayor.

Se acompaña el guión para una misa y la oración de Benedicto XVI por los abuelos, no obstante queda librado a la creatividad de las comunidades los modos de realizar esta celebración

Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María,

Hija de San Joaquín y Santa Ana.

 

Mira con amor a los abuelos de todo el mundo. ¡Protégelos! Son una fuente
de enriquecimiento para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad.

¡Sostenlos! Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares
fuertes de la fe evangélica, custodios de los nobles ideales, hogareños,
tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.

Haz que sean maestros de sabiduría y valentía, que transmitan a generaciones
futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.

Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel
de los abuelos. Que jamás sean ignorados o excluidos, sino que siempre
encuentren respeto y amor.

Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los años de vida
que les concedas. Amén.

 

Benedicto XVI