(Fuente: ZENIT) El desarrollo sostenible es el imperativo del siglo XXI y no puede lograrse sin mejorar la salud reproductiva: son palabras expresadas en una reciente reunión de la Junta ejecutiva por el director ejecutivo del UNFPA, Babatunde Osotimehin, de acuerdo con un comunicado de prensa del pasado 1 de febrero.

La UNFPA es la agencia de las Naciones Unidas responsable de promover la planificación familiar, incluyendo los anticonceptivos y el acceso al aborto.

Pero esta es una afirmación que va cada vez más en contradicción con los hechos. Japón es uno de los más claros ejemplos de ello. Las últimas cifras oficiales muestran que se prevé que la población del Japón descienda en un 30%, por debajo de 90 millones para el año 2060.

Para esa fecha, los que tengan 14 años o menos, serán casi 8 millones, frente a los 35 millones de personas de 65 años o más, informó Reuters el 30 de enero.

La tasa de fertilidad, que es el número esperado de hijos por pareja, se espera que llegue de 1,39 en 2010 a 1,35 en 2060, muy por debajo del 2,08 necesario para evitar que la población disminuya.

Las proyecciones se basan en el censo de 2010, en el que había tres estimaciones: moderado, optimista y pesimista, realizado por el Instituto Nacional de Población e Investigación de la Seguridad Social, de acuerdo a un informe publicado 31 de enero por el Daily Yomiuri Online.

El pronóstico dado a conocer corresponde a la estimación moderada, donde se puede observar que la población de 65 años o más alcanzará un 39,9% en 2060.

Incluso antes de que las últimas cifras salieran, hubo una preocupación generalizada sobre las implicaciones económicas por la baja tasa de fertilidad en el Japón. Más aún, lo que está sucediendo en el Japón es un anticipo de lo que podrá ocurrir en otras economías maduras.

Un informe del 12 de enero de Reuters, citado por Ajay Kapur, estratega del

Deutsche Bank en Hong Kong, dice que los mercados de valores están preocupados por las tendencias demográficas en casi todos los mercados desarrollados.

No es el único

Kapur dijo que sería un error crucial el pensar que el estancamiento económico del Japón en las últimas dos décadas fuera el único. «En los próximos cinco años, todos los 18 países desarrollados de los cuales el Deutsche Bank tiene datos de su mercado inmobiliario por más de medio siglo, verán una disminución en el índice de su población en edad de trabajar”, señaló el artículo de Reuters.

La combinación de un menor número de personas como fuerza de trabajo, con altos niveles de endeudamiento, conduce a un entorno económico adverso, advirtió Kapur.

El envejecimiento de la población significa que será necesaria una reforma seria de los sistemas de seguridad social y de impuestos en el Japón, dijo el ministro jefe del Gabinete, Osamu Fujimura, en una conferencia de prensa celebrada el lunes, sobre el informe del 1 de febrero del Daily Yomiuri Online.

En 1960 un jubilado era sostenido por 11,2 trabajadores. En 2010, un jubilado fue sostenido sólo por 2,8 trabajadores. Y para 2060, se espera sólo 1,3 trabajadores por cada jubilado.

Muchos otros países están luchando para hacer frente a las consecuencias de una tasa de fertilidad por debajo del nivel de reemplazo.

El presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, advirtió que la falta de niños en el país es «una seria amenaza para la seguridad nacional,» según informó el diario The Guardian el 23 de enero.

En 1951, la mujer taiwanesa promedio tenía siete hijos. En 2010, la tasa de fertilidad fue de 0,89. Mientras que en la actualidad alrededor del 14% de la población tiene más de 65 años, número que podría duplicarse en sólo un par de décadas.

Actualmente siete personas trabajan para sostener a un jubilado, pero en el año 2045 esto habrá caído a sólo 1,45, según el informe de The Guardian.

«El rápido envejecimiento significa una tendencia a la baja en la mano de obra y en el largo plazo indica que la población caerá, lo que ralentizará la economía», dijo Ma Tieying, un economista del DBS Bank en Singapur. Su advertencia se lee en un informe sobre las consecuencias económicas nefastas por la baja fertilidad en Taiwán, publicado el 25 de enero por Bloomberg Businessweek.

Una generación

Otra experta, quien recientemente se pronunció sobre el tema es Sarah Harper, directora del Instituto Oxford de Envejecimiento de la Población de la Universidad de Oxford, quien dijo que la Unión Europea verá un aumento promedio del 23% en los costos de pensiones en los próximos 50 años, de acuerdo con un informe del 31 de enero publicado por el diario The Independent.

La mayor presión, sin embargo, no será en Europa, sino en Asia y en los países de América Latina que también están experimentando un rápido descenso en la fertilidad. “Europa, señaló Harper, ha tenido más de un siglo para adaptarse a estos cambios, pero la mayoría de los países en desarrollo tienen solo una generación”.

La rápida disminución en América Latina, en parte gracias a los programas patrocinados por las Naciones Unidas, se hace evidente en dos ejemplos recientes.

Un informe publicado el 25 de enero por Prensa Latina dijo que es probable que la población caiga en 2025. Según Juan Carlos Alfonso, director del Centro de Investigación de la Población y el Desarrollo, para ese momento el 26% de la población estará entrando a los sesenta años.

Entretanto, un informe de la Radio Pública Nacional de Estados Unidos, emitido el 15 de enero, dijo que de un promedio de seis hijos por mujer que tenía Brasil hace 50 años, ahora tiene una tasa de fertilidad más baja que la de Estados Unidos, es decir, 1,9 hijos por mujer.

Semejante reducción tan rápida y dramática, inevitablemente traerá consigo graves problemas económicos y presupuestarios, muy lejos del «desarrollo sostenible».

Por John Flynn LC